Argentina, entre los 5 países de América con mayores tasas de obesidad en adultos

De acuerdo con la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) de 2018/2019, casi 7 de cada 10 adultos tienen sobrepeso u obesidad en Argentina. En el caso de niñas y niños menores de cinco años, la tasa de sobrepeso se ubica como la segunda más alta de América Latina y el Caribe

Por Leonardo Coscia

Hace unos años la Organización Mundial de la Salud (OMS) dictaminó lineamientos y recomendaciones para la reducción y prevención de la obesidad en el mundo debido al incremento de casos observado en ese momento. Sin embargo, de acuerdo con expertos en cirugía bariátrica, en Sudamérica se ha registrado un aumento permanente de esta condición en los últimos años. Países como Chile, el segundo con más sobrepeso y obesidad de Latinoamérica según data de la OCDE al 2021, así como Argentina -que ocupa el lugar número 5 en el continente-, Colombia y Perú reportan cifras preocupantes. 

Esta situación se dio a conocer durante el encuentro “La radiografía de la obesidad mórbida en América del Sur”. La actividad fue organizada por Hablando de Obesidad -una iniciativa desarrollada por la compañía Medtronic que busca brindar información científica para todas las personas que estén buscando educarse más sobre esta patología y su tratamiento, y herramientas en relación al abordaje de la obesidad-, junto a especialistas en cirugía bariátrica de sociedades científicas de Argentina, Chile, Colombia y Perú con el objetivo de visibilizar los desafíos que existen en torno a la atención de la obesidad.

De acuerdo con el Dr. Jorge Harraca, presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad y Enfermedad Metabólica (SACO), América Latina es una de las regiones con más casos de obesidad y sobrepeso, y en su mayoría se presentan por el consumo de alimentos procesados, el sedentarismo, factores genéticos y psicológicos e, incluso, como una consecuencia de la pandemia por la Covid-19. 

Además, el experto resaltó que la obesidad mórbida es el nivel más grave de la enfermedad y se presenta cuando el índice de masa corporal (IMC) es igual o mayor a 40. “Entre el 90% y 98% de las personas que presentan esta condición y que se someten a programas nutricionales para bajar de peso recuperan la mayor parte de los kilos que han perdido en un período de 6 meses a 1 año. Por ello, es prioritario entender esta afección no como un problema estético, sino como una realidad que afecta a la vida de la persona y requiere de un tratamiento especial”, indicó. 

“De acuerdo con la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) de 2018/2019, en Argentina casi 7 de cada 10 adultos tiene algún tipo de sobrepeso, y el 23% de la población alcanza el nivel de obesidad”, detalló Harraca. “Y en el caso de niños y niñas, este número representa el 10% entre el total de menores de 5 años”, agregó. 

Por su parte, el Dr. Luciano Poggi, miembro de la directiva de la Asociación Peruana de Cirugía y Enfermedades Metabólicas (APCBEM), precisó que la obesidad mórbida trae consigo graves consecuencias que impactan en la salud y la calidad de vida de los pacientes, debido a su relación con condiciones crónicas, como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares (ACV), problemas de fertilidad, distintos tipos de cáncer e, incluso, la muerte súbita. “Además, las personas con obesidad experimentan a menudo problemas de salud mental y sufren de sesgos, prejuicios y discriminación social”, señaló.

Por otro lado, el Dr. Luis Ernesto López, presidente de la Asociación Colombiana de Obesidad y Cirugía Bariátrica, aseguró que la obesidad en el adulto puede estar condicionada por el sobrepeso presente durante la infancia y adolescencia. “El estilo de vida de la madre durante la gestación, la ausencia de lactancia o la sustitución temprana por otros alimentos hiper calóricos, así como el sedentarismo de un niño, pueden ser factores desencadenantes de obesidad infantil y se asocian con la obesidad en la edad adulta”. 

Importancia del tratamiento integral de la obesidad mórbida

El evento también contó con la participación del Dr. Francisco Pacheco, presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica, quien resaltó que existen tratamientos integrales para combatir la obesidad severa y que son brindados por un equipo multidisciplinario de especialistas en nutrición, psicología y cirugía bariátrica, para obtener resultados más eficaces y mejorar la salud con buenos hábitos.

Así mismo, el experto resaltó que en la región se cuenta con tecnología médica innovadora como la cirugía bariátrica que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el tratamiento más efectivo para tratar la obesidad mórbida. 

“Estos procedimientos son indicados de acuerdo con el diagnóstico de cada paciente, y permiten disminuir entre el 70% y el 80% del sobrepeso. Además, mejoran el riesgo de impacto de las enfermedades asociadas, así como la calidad de vida del paciente. La cirugía bariátrica es el punto de quiebre entre el mal hábito y la obesidad, y generan un cambio en su vida que asegura resultados sostenibles”, señaló el Dr. Pacheco.

Si bien hay un elevado incremento de casos de obesidad, algunos países de la región han implementado iniciativas para mitigar su impacto, lo que refleja las diferencias en cuanto al acceso de atención que tienen los pacientes sudamericanos. Chile, por ejemplo, cuenta con el programa “Pago Asociado a Diagnóstico (Bono PAD)”, Argentina ha implementado el “Programa Médico Obligatorio (PMO)” y Colombia cuenta con el “Plan Beneficios en Salud”, que brindan un mayor acceso a intervenciones quirúrgicas y procedimientos de cualquier tipo para pacientes con esta condición, mientras que, en otros países, como Perú, aún los tratamientos integrales no están cubiertos.

En esa línea, los expertos en cirugía bariátrica reforzaron la necesidad de que las autoridades reconozcan a la obesidad como una enfermedad y trabajen urgentemente en establecer políticas y programas integrales de prevención y tratamiento para combatir su impacto y las enfermedades asociadas y, de esta manera, generar ahorros al sistema de salud.

Día Mundial de la Obesidad: tratamientos interdisciplinarios para mejorar la calidad de vida

 El Día Mundial de la Obesidad, que tiene lugar cada 4 de marzo, es una fecha en la cual se busca concientizar acerca de los riesgos que conlleva la obesidad, entendida como una acumulación excesiva de grasa corporal que puede acarrear otro tipo de enfermedades tales como la diabetes e hipertensión. 

La obesidad es una enfermedad multifactorial, ya que los factores que la provocan son de los más variados: dietas desequilibradas, predisposición genética, metabolismo más lento, cambios hormonales, problemas psicológicos, entre otros. A su vez, existen distintos niveles siendo la obesidad mórbida el más alto. “La obesidad mórbida es un problema de salud que afecta silenciosamente la calidad de vida de las personas y disminuye su expectativa de vida en relación al futuro, y Argentina es uno de los países de Latinoamérica con mayor índice de obesidad entre su población” comentó el Dr. Jorge Harraca, presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de Obesidad (SACO). Frente a este contexto,  Hablando de Obesidad –la iniciativa desarrollada por la compañía Medtronic- busca brindar información científica que facilite el acceso a una mejor calidad de vida, y brinda herramientas respecto al abordaje de la obesidad.

¿Cuáles son los métodos de diagnóstico de obesidad?

Calcular el Índice de Masa Corporal (IMC) es un método sencillo, pero limitado en cuanto a la información que brinda. Por eso, también es importante identificar los diversos depósitos de grasa que se encuentran en diferentes partes del cuerpo, por lo que es posible diferenciar el peso en músculos del peso en grasa, datos que pueden aportar y trazar un perfil clínico más claro del paciente.

Algunos de los métodos que se pueden utilizar son:

  • Medición de los pliegues cutáneos: usando un adipómetro o plicómetro para medir la grasa o los depósitos de grasa debajo de la piel.
  • Bioimpedanciometria: el dispositivo genera una corriente eléctrica imperceptible para analizar el porcentual de grasa, agua, músculos y huesos del cuerpo.
  • Ecografía, tomografía o resonancia magnética: generalmente se usa para evaluar la obesidad abdominal. A través de estos exámenes es posible evaluar el grosor del tejido adiposo en los pliegues y tejidos más profundos.
  • Medición de la circunferencia de cintura: uno de los recursos más simples y populares que se utiliza para verificar el depósito de grasa abdominal. Lo ideal es que los hombres tengan una cintura por debajo de los 94 centímetros y las mujeres de 80.
  • Índice cintura x cadera – o ICC –: donde se verifica la relación entre circunferencia de cintura y circunferencia de cadera, con este cálculo es posible evaluar la cantidad de grasa corporal y los riesgos de acumulación de grasa.

 “Esta patología tiene un tratamiento cuyos porcentajes de éxito son altos. Para eso, se debe poner el foco en un cambio de estilo de vida, más allá de las dietas. De hecho, el 98% de las personas que buscan una solución contemplando únicamente las dietas, fracasan. Esto es porque tienen alteraciones metabólicas que no le permiten realizar un descenso y mantenerlo en el largo plazo” explicó Harraca.  “Para emprender un tratamiento debe haber un compromiso por parte del paciente y, además, estar acompañado por un equipo interdisciplinario” expresó el doctor.

Tratamiento interdisciplinario para abordar la obesidad mórbida

La cirugía bariátrica es, según la OMS, el tratamiento más efectivo frente a la obesidad mórbida. Ésta es una herramienta que facilita el proceso: no sólo para descender de peso sino además para sostener todo ese proceso a lo largo del tiempo. Este tipo de intervención forma parte de una escalera terapéutica, en la cual, se constituye como el primer paso para abordar un cambio de conducta por parte del paciente. Para llevarla a cabo, se realiza previamente una evaluación del paciente en donde se comprueba si puede ser candidato o no a realizarla. 

Existen dos tipos de intervenciones: el bypass gástrico, donde se tratan el estómago y los intestinos, y la manga gástrica, la cual reduce la capacidad o tamaño del estómago. Ambas se realizan a partir de tecnología de última generación, por lo que son mínimamente invasivas y su elección dependerá de las características del paciente. 

Por ejemplo, aquellos pacientes con diabetes, hipertensión, o que presentan enfermedades por reflujo grave, son candidatos a un bypass gástrico. Mientras que, la manga gástrica, es recomendable para el resto de los casos, especialmente en mujeres en edad reproductiva (dado que ésta no altera la alimentación y no implica dar una suplementación, como en el caso del bypass) o aquellas que están cerca de la menopausia, ya que es una etapa que requiere mucho calcio y la manga no altera esa absorción de calcio, algo que sí altera el bypass.

Una vez evaluada la situación y elegida la cirugía a realizar, se inicia un proceso con un equipo interdisciplinario, en el cual se realizan estudios clínicos, de hábitos y comportamientos alimentarios, y psicológicos para generar una estabilidad emocional en el paciente y descartar conductas adictivas. Luego de estos estudios, se avanza con el proceso quirúrgico. Este tipo de cirugías se realizan en el día y poseen un periodo corto de internación.

Cómo continúa el tratamiento post cirugía

El hecho de realizar la cirugía mediante videolaparoscopia -sistemas televisados- disminuye el trauma operatorio y acelera la recuperación. Por eso, una vez dado de alta, el paciente continúa el proceso de recuperación -en movimiento- en su casa y, en aproximadamente 10 días, puede retomar sus actividades habituales -siempre y cuando estas no sean complejas o impliquen grandes esfuerzo-. 

“Cabe destacar que, aproximadamente el 20% de los casos, 4 ó 6 años después de la cirugía, presenta lo que se conoce como reganancia de peso. Es decir, la persona vuelve a subir de peso. Esto no implica ningún tipo de fracaso por parte del paciente, ni el de la cirugía. Es parte del proceso natural de una persona con una enfermedad crónica como es la obesidad” explicó Harraca. “Por eso es tan importante mantener un control posterior a la cirugía, ya que, si la operación está en condiciones, el médico junto al equipo multidisciplinario logrará controlar la situación simplemente con una intervención en el comportamiento del paciente” concluyó.

La importancia de visibilizar a la obesidad y mostrar las posibilidades de contención y tratamiento, resulta indispensable desde la comunidad médica y la sociedad. Muchas personas mueren por esta patología, muchas sufren, padecen y esta situación es reversible. No se trata de no comer, sino de aprender a hacerlo, de proponerse un cambio de hábitos y de comprometerse a trabajar por una mejor calidad de vida. 

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